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PERFIL DE JUAN CARLOS SOLALINDE

Un hombre con poder, protección e impunidad en el Gobierno de Rodríguez Saá; la violencia de género y el final de 5 tiros contra Johana Galdeano 

El juicio donde condenaron a Juan Carlos Solalinde a prisión perpetua describió algunos aspectos de su conducta, de cómo se movía en la ciudad. Su círculo íntimo reconoció que usaba armas. La pericia psicológica y psiquiátrica describió una persona egocentrista con componentes agresivos y violentos.

Foto Archivo
Juan Carlos Solalinde junto al ex gobernador Alberto Rodríguez Saá.

por Catalina Ysaguirre

elchorrillero.com

Actualizada: 10/08/2024 23:44

Lo primero que se acreditó en el juicio contra Juan Carlos Solalinde es que Johana Galdeano fue una víctima de violencia de género.

El padre de su hijo (estaban separados desde hacía un mes) la citó para hablar porque estaba celoso de que ella iniciara una nueva vida. La amenazó que si no iba le haría daño a una persona de su círculo íntimo, y ella fue. Él la esperaba con un revólver 357 Mágnum y le disparó 5 veces.  

A Galdeano no la mató cualquier hombre de Villa Mercedes. La asesinó un hombre que estaba ligado al Gobierno de turno, el 26 de mayo de 2021, que usaba armas de fuego en la cintura y que se manejaba con impunidad en los lugares públicos. “Tenía contactos” y le gustaba decir: “Con el ‘Kuki’ Solalinde no se mete nadie”. También disfrutaba con disparar al aire o desalojar los boliches para mandar a agredir a los varones que miraban a Johana.

Ocupó un cargo en el Gobierno de Alberto Rodríguez Saá donde muchos de los funcionarios denunciados por agresiones contra mujeres encontraron protección. De hecho, nunca hubo repudios desde esa gestión a dirigentes o funcionarios de su color político, aunque hacían flamear la bandera de #NiUnaMenos. Pero en medio de ese silencio, la Justicia metió en la cárcel a Ariel Rosendo (cuando era senador) por delitos que cometió contra su ex pareja, quien encontró el espacio en algunos medios de comunicación para que el caso se conociera.

No solo coincide que Rosendo y Solalinde son de Villa Mercedes, sino que se conocían muy bien. Eran militantes del PJ. 

El ex gobernador Alberto Rodríguez Saá junto a Solalinde y Rosendo.

En el debate oral se reprodujeron muchos audios de Galdeano cuando le respondía a Solalinde y le reclama por la violencia que vivió durante seis años; pero hay uno que se ventiló que hace referencia a Rosendo y el vínculo que tenían:

-“Con ese video que tengo donde me apuntás con el arma te voy a meter preso, y le vas a hacer compañía a amiguito ese que tenés en la cárcel, con el que te comunicás caradura”.

Describía las actitudes y los hechos que protagonizó con él:

-“Me ibas a cagar matando para quedarte con mi hijo ¿Querés juntarte a hablar por eso? Si vos te andás escondiendo como una rata. Sabés que yo digo la verdad, que tengo las pruebas. Que vos me apuntabas con el arma, con mi hijo en los brazos ¿para eso querés que me junte con vos me querés chantajear de vuelta para ponerme un chumbo en el cabeza o tirarme por ahí en un baldío, como te manejás vos?”.

Solalinde fue nombrado jefe del Programa de Relaciones Laborales en agosto de 2018, y desde el 2012 formaba parte de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uucra). Fue secretario general. Con Johana se involucró sentimentalmente después que le diera trabajo en el gremio. Era conocido "por el modo de manejarse ante la gente". 

Casi en esa época, Fluvio Falcón denunció ante la Policía y en las redes sociales a Solalinde por la paliza que le dio a su hijo Sebastián, en el boliche Iguana. "Junto a sus laderos" contó que lo "patotearon" y que nadie intervino para detenerlos. "Le pegaste en patota y estando él en el suelo", dijo contra el sindicalista.

En el juicio, uno de los testigos fue claro. Algunas personas no quisieron acusar al gremialista en esta causa porque “tuvieron miedo”. Salir a los eventos con Solalinde “era como salir con el presidente”, transmitieron y lo describieron así por la cantidad de gente que lo rodeaba. Andaba con custodios a los que denominaba como “Los Perros”, pero estos no pasaron por el debate oral por una decisión de la defensa. Tenía amistades dentro de la Policía, también eso quedó en evidencia ante los jueces.

Solalinde junto a Alberto Rodríguez Saá (h).

Dos allegadas a Johana declararon que Solalinde la abusaba sexualmente. Cuando estaba a 30 días de parir “le puso un arma en la boca y la violó”, se escuchó. En el gimnasio la vieron con la cara marcada de golpes, y también los brazos. Los amigos dijeron que en los boliches “ella tenía que mirar a la pared” como “si fuera propiedad de él”, y que en un baño “mandó a golpear un chico que se acercó a saludar a Johana”.   

“No era un hombre con baja autoestima, un hombre con poco medio, un pobre hombre por así decirlo. Era una persona con poder, había una asimetría ahí en la relación que tenía que evaluarse más allá del carácter ‘bravo’ o no de la víctima, que es irrelevante respecto de la configuración de la violencia de género”, aportó el fiscal de Juicio, Ernesto Lutens.

El informe psicológico y psiquiátrico describió que la personalidad de Solalinde presentaba “elementos compatibles con el egocentrismo”, es decir alguien “centrado en sí mismo, en sus propios sentimientos y necesidades del momento, dejando en segundo plano los sentimientos, necesidades y pareceres de los demás”. 

También advirtieron que había “un indicador" que alertaba sobre "narcisismo, escasa tolerancia a las frustraciones, agresividad e impulsividad”.

“Una de las consecuencias del egocentrismo lo constituye la dificultad en la capacidad empática, (colocarse en el lugar de los demás y de sensibilizarse con las emociones o situaciones de otras personas)”, expusieron los especialistas.

Acusaron “importantes componentes agresivos asociados a comportamientos de este tipo de carácter invasivo, es decir, tiende a transgredir los límites ajenos de manera violenta”. Además una tendencia a “satisfacer sus necesidades y deseos sin tener en cuenta al otro, pudiendo invadir su espacio vital en su búsqueda de obtener lo que se propone a favor de sus propios beneficios”.

Al momento de ser evaluado dejaron en claro que no se presentaba “signos ni síntomas compatibles con cuadro psicopatológico crónico que le impida comprender y dirigir sus acciones”.

Juan Carlos Solalinde en el juicio donde fue condenado a prisión perpetua.

Este martes 6 de agosto fue condenado a prisión perpetua.

Deberá cumplir esa pena en el Servicio Penitenciario Provincial, que es donde está detenido hace tres años.

Bajo este escenario de condena, se calcula que debería estar encerrado hasta sus 83 años.

De todos modos su defensa podría valerse de los recursos que están previstos. 

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